Considerar hoy a las llamadas “cooperativas eléctricas” como meras prestadoras del servicio de distribución de energía es un gran error. Claro que ese fue su rol fundacional a partir de la segunda década del siglo pasado, cuando comenzaron a llevar energía a pequeñas poblaciones marginadas por el Estado y por el sector privado por tratarse de mercados considerados no rentables.
Sin embargo, con el correr de los años las cooperativas se consolidaron como la forma de organización más efectiva para que las comunidades accedan a más y mejores servicios a precios razonables y por fuera del mercado tradicional.
Así, se fueron sumando nuevos servicios a partir de las necesidades de los habitantes de esas poblaciones, llegando en la actualidad a contar más de 600 cooperativas que cumplen un rol clave en sus comunidades y que buscan mejorar y ampliar los servicios esenciales y sociales, convirtiéndose en factor clave del desarrollo local.
Como ámbito de representación de tercer grado de estas entidades, la Confederación Argentina Interfederativa de Cooperativas de Electricidad y Otros Servicios Públicos (Conaice) da cuenta de esta realidad: sus nueve federaciones asociadas suman unas 400 cooperativas de seis provincias que, además de energía eléctrica, brindan prestaciones como agua potable, saneamiento, cloacas, gas, telefonía, internet, sepelios, servicios de salud, educación, banco de sangre, geriátricos, y construcción de viviendas, entre otros.
De hecho, el diálogo inter-cooperativo que las asociadas mantuvieron en forma virtual durante los meses de pandemia incluyó un temario diverso que excedió la agenda común de la Mesa Nacional de Cooperativas Eléctricas. Mejoras en la provisión de agua potable, el acceso a Internet y cuestiones vinculadas a la calidad institucional de las cooperativas fueron algunos de los ejes que dominaron los encuentros virtuales, permitiendo a las asociadas compartir experiencias con sus pares.
Uno de los principales objetivos por los que vienen trabajando las autoridades y miembros de las federaciones asociadas a Conaice es ampliar la representatividad de este espacio a partir de la incorporación de nuevas entidades con eje en la diversidad de sus prestaciones.
“Cada servicio tiene en las cooperativas técnicos y dirigentes muy valiosos que nos permiten armar equipos de trabajo para la generación de proyectos que peticionemos al Estado y lograr que nos tengan en cuenta a la hora de fijar políticas y leyes que afectan al sector”, afirmó el presidente de Conaice, Luis Castillo.
“Estoy convencido de que todo el espectro de cooperativas que prestan distintos servicios públicos esenciales deben ser parte de una confederación en la que todos se organicen para así tener una mayor fortaleza en su representación. Es cada vez más importante la integración del sector de servicios públicos, y la Conaice es el ámbito indicado para ello”, concluyó.